El mercado de las criptomonedas ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años, atrayendo tanto a inversores como a hackers. A medida que el valor de activos como Bitcoin, Ethereum y otras bitcoins sigue aumentando, los ataques de hackers y las estafas dirigidas a usuarios de criptomonedas se han vuelto cada vez más sofisticados. Según estudios recientes como el de la empresa de ciberseguridad ESET, el robo de criptomonedas ha alcanzado cifras récord, con miles de millones de dólares perdidos a través de estafas, por ejemplo en 2021 se registraron 80 millones de dólares en pérdidas en Estados Unidos por medio de ataques de phishing y vulnerabilidades en las plataformas de intercambio.
¿Y porqué se ha vuelto tan popular este tipo de ataques?
Falsas noticias en redes sociales: Ya sea por medio del hackeo de cuentas de personas influyentes en el medio o de hacerse pasar como anuncios reales de empresas de renombre, las redes sociales son el medio ideal para amplificar el eco de estas publicaciones apócrifas.
Minería de criptomonedas: Esta actividad sigue siendo muy atractiva para algunos usuarios para conseguir dinero, y al no ser regulada es el campo ideal para las campañas de phishing.
Interés en los medios: Las constantes noticias en los medios de comunicación hacen que lo relacionado las inversiones en criptomonedas luzcan como una opción para ser ricos de la noche a la mañana.
Falta de regulación: Este es un mercado que no sigue las mismas reglas tradicionales como en el mercado de valores, por ello uno de las estafas usuales es la de vender criptomonedas que son ficticias.
Principales tipos de estafas y ataques
- Phishing dirigido a criptomonedas: Los ataques de phishing han sido uno de los métodos preferidos por los hackers para robar credenciales de usuarios en plataformas de intercambio de criptomonedas. Los atacantes crean sitios web falsos o envían correos electrónicos que parecen legítimos, engañando a los usuarios para que ingresen su información privada, como claves privadas o contraseñas.
- Malware y ataques de ransomware: El malware diseñado específicamente para atacar billeteras de criptomonedas o para realizar "keylogging" (registro de teclas) puede robar claves privadas o sembrar troyanos que secuestran billeteras digitales. También se han visto casos de ransomware donde se exige el pago de criptomonedas para desbloquear archivos o dispositivos secuestrados.
- Intercambios falsos y "rug pulls": Algunos hackers crean plataformas de intercambio falsas o monedas fraudulentas para atraer a inversores. Una vez que obtienen una cantidad significativa de dinero invertido, desaparecen con los fondos, un truco conocido como "rug pull".
- Ataques a contratos inteligentes: Con el auge de las finanzas descentralizadas (DeFi), los hackers han encontrado vulnerabilidades en contratos inteligentes, el software que automatiza acuerdos en las blockchains, para robar fondos de manera masiva.
¿Cómo proteger tus criptomonedas?
- Usa billeteras de hardware: Una de las formas más seguras de almacenar criptomonedas es en una billetera de hardware, también conocida como billetera fría. Estas no están conectadas a internet, lo que reduce drásticamente la posibilidad de ser hackeadas.
- Autenticación de dos factores (2FA): Habilitar la autenticación de dos factores en todas las plataformas de intercambio y billeteras es crucial para añadir una capa adicional de seguridad. Esto asegura que incluso si alguien obtiene tu contraseña, no podrá acceder a tus fondos sin un segundo código de verificación.
- Verifica las URL y direcciones de correo electrónico: Siempre verifica que estés en el sitio web correcto de la plataforma de criptomonedas que usas. Desconfía de los correos electrónicos inesperados o solicitudes que requieran ingresar tus credenciales o claves privadas.
- Evita compartir tu clave privada: La clave privada de tu billetera es la puerta de acceso a tus criptomonedas. Nunca compartas esta información con nadie, y evita almacenarla en servicios en la nube o en dispositivos vulnerables.
- Sé cauteloso con las ofertas "demasiado buenas para ser verdad": Muchas estafas juegan con la avaricia del usuario. Si una inversión o una oferta parece ser demasiado buena para ser real, lo más probable es que sea una trampa.
