La industria del e-commerce es una de las que más se ha desarrollado a la par de los retos que hemos enfrentado desde la llegada de la pandemia por el Covid-19, y especialistas estiman que seguirá manteniendo un crecimiento importante conforme se va creando una mayor aceptación a los medios digitales.
Se estima que para 2025 el ecommerce haya crecido un 31% anualmente en todo Latinoamérica, potenciado en mucha medida por el papel que juegan las startups, fintechs y redes sociales, todas estas tendencias son un escenario muy prometedor para los siguientes años, razón por la que resulta indispensable mencionar a la ciberseguridad como uno de los principales pilares de esta industria.
Un estudio realizado por la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la policía Nacional del Perú, la cual se levo acabo entre enero y abril del 2021, se investigaron un promedio de 1,188 denuncias de delitos cibernéticos. Los casos más frecuentes están relacionados al fraude informático y a la suplantación de identidad, y muchas otras formas de ciberataques hacia la industria.
En cuanto a las ventajas del comercio electrónico frente al tradicional, mencionaremos algunos beneficios para las empresas como los siguientes:
- La oportunidad de incrementar de manera exponencial el número de clientes y, en consecuencia, las ganancias.
- Ahorro en almacenes o alquiler de tiendas físicas.
- Mayor facilidad de realizar acciones de marketing y de soporte al cliente.
- Mayor eficiencia en las transacciones.
- Crea un mercado accesible para cualquier empresa desde las más pequeñas hasta las multinacionales.
Y como usuarios también podemos contar con estas ventajas.
- Gran comodidad y ahorro de tiempo para comprar.
- Facilidad de compra y elección de productos.
- Acceso a un mercado más barato y con mayores promociones
Por este motivo; la empresa Kushki, plataforma estadounidense de pagos electrónicos, comparten 5 recomendaciones para que las compañías se mantengan en estado de alerta y eviten ser una víctima más de los ciberdelincuentes:
Asegurarse de que el comercio y la web son seguros antes comprar:
Una de las estrategias más usuales de los hackers es enviar ofertas muy atractivas que resultan muy difíciles de rechazar. Para esto, los clientes deben investigar sobre la empresa involucrada, el producto o el servicio que se está ofreciendo, donde usuarios anteriores han validado la veracidad de estos.
Utilizar pasarelas y métodos de pago reconocidos:
Es de suma importancia tener en cuenta la pasarela de pagos que se utilizará para que los clientes puedan realizar las transacciones, ya que esta será la encargada de procesar los datos confidenciales financieros.
Nunca revelar más información de la necesaria:
Hay que ser precavido. Nunca entregar información de datos de tarjetas, cuentas financieras o contraseñas a través de llamadas telefónicas a personas que dicen ser de una institución financiera.
Tampoco hacerlo con los comercios donde se han realizado compras. “Se debe monitorear los movimientos financieros. Es importante verificar todas las notificaciones de consumo que las instituciones financieras envían, desde el importe más pequeño hasta el más alto. Una técnica utilizada por los ciberdelincuentes es realizar cobros mínimos para evitar ser detectados”, aseguran desde Kushki.
Mantener actualizados todos los dispositivos:
Actualizar de manera periódica todos los equipos que son utilizados para realizar compras en línea como lo son computadoras, laptops y smartphones, cerciorarse que se cuenta con los últimos parches de seguridad.
Actuar rápido:
Si se sospecha que la información financiera o datos de tarjetas han sido comprometidos, tu cliente debe comunicarse inmediatamente con la entidad financiera para verificarlo, en estos casos el tiempo de respuesta es esencial.